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Inspección Periódica

La inspección periódica es la revisión de las condiciones de seguridad de las instalaciones
interiores de gas que permite obtener Sello Verde y que debe realizarse cada dos años.

Las inspecciones se pueden llevar a cabo a nivel:

Domiciliario

Obras nuevas

Locales

Colegios

Proceso de Inspección

01

Recintos de Artefactos

02

Inspección Visual

03

Medidores de gas

04

Captura de información

05

Funcionamiento de artefactos

06

Pruebas y Ensayos

07

No existencia de Fugas

08

Entrega de Informe

Defectos críticos de una inspección

Resultados y Sellos

Sello Verde: sus instalaciones son seguras y se debe volver a realizar una Inspección Periódica en dos años más.

Sello Amarillo: sus instalaciones presentan deficiencias serias que deben ser reparadas en el corto plazo.

Sello Rojo: sus instalaciones son peligrosas y pueden poner en riesgo su vida. También se emite sello rojo si su instalación no ha sido revisada.

En caso de obtener sello rojo o amarillo, la comunidad deberá gestionar la reparación de sus instalaciones de gas. Para esto debe contactar a un instalador autorizado por la SEC.

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Cuidando Casas y Edificios

Asegurar una certificación adecuada de gas en viviendas y edificios adquiere un rol vital en la protección de las personas y las propiedades. Tanto el gas natural como el gas licuado de petróleo (GLP) son recursos ampliamente utilizados, pero pueden representar un riesgo latente si no se gestionan con responsabilidad. La certificación de gas implica una minuciosa revisión de todas las instalaciones de gas, desde las tuberías hasta los equipos, garantizando que cumplan con los estándares de seguridad y evitando así fugas potencialmente mortales o explosiones. Este proceso no solo preserva vidas y propiedades, sino que también tiene un impacto positivo en la eficiencia energética y la sostenibilidad, ya que identifica problemas como pérdidas de gas o ineficiencias en los equipos, contribuyendo al ahorro de energía y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, fomentando así un uso responsable de nuestros recursos naturales. En conclusión, la certificación de gas es una medida esencial para la seguridad y el bienestar, pero también un paso clave hacia la sostenibilidad y la eficiencia en nuestros hogares y edificios.